jueves, 15 de noviembre de 2012

Internacionalismo

Lo bueno que tiene este invento es la interacción con quien lee. Esta madrugada, tras regresar de las movilizaciones y pese su cansancio, una amiga me ha completado el artículo de ayer sobre la nueva lucha de clases aportando el ingrediente que faltaba: el internacionalismo, tan inherente al movimiento obrero como necesario en estos tiempos individuales. Como hay comentarios que adquieren la categoría de artículos, copio íntegro su contenido.


Una de las pancartas de la manifestación de Madrid rezaba algo así como “local o extranjera la misma clase obrera”, y es que hay otra cosa que se ha ido quedando en el camino a la vez que nuestras mesas camillas y nuestros sueños: el Internacionalismo, ese concepto tan hermoso y tan grande que nos conectaba como clase trabajadora con hermanos y hermanas de cualquier parte del mundo. Millones de personas con los mismos problemas, con las mismas brechas que nos han ido impidiendo conseguir un Trabajo Decente que nos permitiera vivir con un mínimo de dignidad.



El trabajo, los derechos, la protección social… a cuántas personas en el mundo, especialmente en los países empobrecidos –que no pobres-, ha dejado en la estacada la dichosa economía globalizada. 200 millones de personas visiblemente desempleadas en el mundo, 250 millones de niñas y niños que trabajan -explotados en su mayoría-, 5000 muertes por día ocasionadas por el trabajo, millones de personas excluidas del diálogo social….cifras que se nos han ido haciendo frías y lejanas mientras nos deshacíamos de nuestras viejas mesas camillas y de nuestros sueños.

Y es que efectivamente todos los países, desarrollados y en desarrollo, tienen sus trabajadores y trabajadoras pobres. Pero ¿nos hemos visto así alguna vez? ¿nos vemos así? como trabajadores pobres, digo, o es que acaso los pobres no son trabajadores? O lo han sido, o lo pretenden ser. Los grandes medios de comunicación de masas nunca nos han mostrado estas realidades desde ese prisma, claro, no interesa. Cómo miramos el mundo y cómo lo comprendemos es fundamental para construir cómo actuamos en él.
Ahora nos toca empobrecernos a los y las trabajadoras españolas, europeas, occidentales… y de nuevo no-toca pensar en lo que les pasa a nuestros iguales en otros lugares del planeta, bastante tenemos con lo nuestro –pensamos-. Nos volvemos a equivocar, no se trata de dar lo que nos sobra, sino de ir juntos hacia un lugar común. El dinero no es lo más importante, pensemos en las ideas, la imaginación, la fuerza, la organización, que en periodos buenos no parecen cosas necesarias, pero que en periodos malos son fundamentales.

Ya siento este pedazo de rollo que me he soltado, José Ramón, pero estoy recaliente después de estar en rodeando el congreso y ver nuestra supuesta democracia tan “tocada”. Estoy contigo que hemos de reconstruirnos como sociedad, es fundamental reconocernos como Clase Obrera, avanzar en una democracia más limpia. Y añado desde el Internacionalismo más Solidario que nunca. Nuestros grandes enemigos son los mismos, los grandes Actores de la Globalización (neoliberal y capitalista): las Instituciones Financieras Internacionales, el FMI y el Banco Mundial, la OMC, por supuesto las Transnacionales… y todos los localismos oligárquicos del mundo.

No dejes de escribir nunca. Me encanta este blog.

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