Majestad:
Como la familia real me parece tan irreal que se me hace imposible creer en ella (salvo por la pasta que nos cuesta) y es más difícil que usted atienda mis indicaciones que sus colegas los reyes magos me traigan el camión de bomberos que llevo esperando desde hace más de cuarenta años (y pese a eso son los únicos que merecen, desde mi plebeyo punto de vista, el título -y el apelativo- real), me permito cambiarle el cargo porque me resulta más asumible dirigirme a usted como Rey Mago que como el gran cazador de elefantes, por ejemplo.
Tomado de eldiario.es |
Me gustaría pedirle que, además de publicar su opinión, preocupada, eso sí, por el estado de la Nación, manifestase alguna sensibilidad por los vasallos que la pueblan, a merced no solo del Estado sino de una oligarquía de políticos, banqueros y grandes empresarios que hacen y deshacen a su antojo con las vidas del pueblo.
No sé si usted es consciente de que su firma aparece ratificando, por ejemplo, el Real decreto 20/2012 en el que se recortan los derechos de la ciudadanía. Ese texto reduce las cotizaciones empresariales a la vez que las prestaciones por desempleo, de forma que siempre se beneficie esa minoría oligarca; recorta las ayudas a la dependencia que beneficiaba a sus vasallos más desfavorecidos; retira la subvención a la adquisición de la vivienda protegida; aumenta el IVA, un impuesto que pagamos todos, populacho y aristocracia; vulnera derechos adquiridos en la negociación colectiva como retribuciones, permisos, excedencias...; empeora las condiciones de jubilación; reduce las retribuciones de los empleados públicos: elimina su paga extra de Navidad, reduce sus percepciones por enfermedad...
También estampó su firma en la Ley 3/2012 que aprobaba una reforma laboral que lejos de reducir el desempleo lo incrementa cada día. Del mismo modo, ratificó la reforma constitucional que compromete el estado del bienestar al pago de una deuda que no ha generado el pueblo. También lleva su firma el decreto 14/2012 que recorta la educación pública o el 16/2012 que hace lo propio con la sanidad o el 15/2012 preparado para que los televidentes o radioescuchas no se enteren de nada de lo anterior a través de la televisión y la radio públicas...
Ya sé que usted y su familia hacen uso de la sanidad privada, de la enseñanza privada y de los fondos públicos para mantener a sus 17 caballos, por ejemplo (tal vez los únicos dependientes de su entorno), a razón de 300.000 euros, amén de los 8,9 millones que destinamos al bienestar de la real casa. Pero no estaría de más, ya que ha decidido opinar sobre la situación de su reino, que manifestase algo de sensibilidad hacia la situación de sus súbditos. Recuerdo que Balduino, el anterior rey de los belgas, se negó a firmar un decreto contrario a su conciencia; si en la suya repercute el malestar de la calle, haga lo propio en vez de lavarla en cacerías africanas y singladuras mediterráneas.
De paso, si su yerno devuelve alguna perra, igual estas navidades pido mi camión de bomberos al Rey de España.
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