lunes, 31 de diciembre de 2012

2013

HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

Cortázar


No sabía muy bien cómo felicitar el año nuevo. En principio pensé en hacer borrón y cuenta nueva e irme directamente a felicitar 2014 porque lo que se nos viene encima no tiene muy buena pinta, pero 2014 tampoco es que la tenga.

También pensé en frases ingeniosas del estilo "feliz año muermo" y cosas así, pero no me convencía.

Al final, y con los recuerdos que me trajo "la guerra que no fue" me vino a la cabeza Garrampas. No recuerdo nada más de su aspecto que las convulsiones que le sacudían de vez en cuando (de ahí el sobrenombre) y la voz aguda con la que pregonaba por las calles de Villafranca una cantinela que decía algo así como "¿quién me compra el calendario o el taco para el año que viene?". Y es que Garrampas, cuando yo era un zagal, era vendedor ambulante y callejero de almanaques. No sé si mi madre le compró alguna vez, en casa ya teníamos el de San Antonio que llegaba con la suscripción al mensajero, pero los finales de año los relaciono con la presencia de Garrampas llamando a las puertas del barrio bajo.



Así que me he convertido en Garrampas y he construido mi propio almanaque, con referencias y encomiendas al santo del día (todos los que están lo son), que falta nos harán tal y como van las cosas; y frasecitas de esas que dan ánimo o grima, según se mire.

Con mis mejores deseos, lo digo en serio, os dejo mi almanaque:


¡Ah! Está preparado para imprimirlo a 5x7 cm

sábado, 29 de diciembre de 2012

La guerra que no fue

Puede adquirirse en amazon.es
Ayer, festividad de los Santos Inocentes, tuve la dicha de asistir a la presentación de la novela la guerra que no fue, de mi amigo y vecino de infancia Javi Omeñaca (ahora también admirado novelista).

El tiempo y la vida nos lleva por caminos insospechados, nos separa (él en Inglaterra, yo en Calatayud -aunque él esté más lejos yo me fui antes-) y nos vuelve a juntar y nos regresa al pasado y al futuro -hacía años que no nos veíamos, pero nos encontramos ayer en el barrio bajo-.

No sería objetivo decir que la guerra que no fue me ha emocionado (ya dejé caer una lágrima o dos ayer en el acto y en el inte y me vinieron algunas más leyéndolo a saltos -en voz alta- por la noche y me han inundado hoy de cabo a rabo). No sería objetivo porque reconozco el caño de mis vecinos y la cochera y el granero y a Pablico (en mi lectura a saltos comencé por la página que lo describe y no tuve que pensar para reconocerlo) y sus yayos y a tantos y a mí mismo por la Villafranca de mi infancia. No sería objetivo porque reconozco el habla de mi pueblo, de la ribera, la que yo he hablado y que ya no hablo y que Javi, valiente, se ha encargado de escribir, superando esa vergüenza impuesta por paletos de ciudad que son tan cultamente ignorantes que ni si quiera saben hacer un colgarallo para que los melones lleguen hasta Navidad y tienen (tengo) que comprarlos en el super a precio de oro (igual se piensan que en diciembre hay melones)..

Sin embargo, si creo ser objetivo cuando digo que la guerra que no fue es una novela entrañable, emocionante y vital. Y creo serlo cuando escribo que Javi (lo de Francisco Javier será solo para la portada del libro) se ha demostrado un estupendo novelista que ha escrito esa sensibilidad que se adivinaba en un zagal de pelo rizado, la camisa por fuera y hecha un rugón, al que el cura se empeñaba en llamar Iscón. Para demostrarlo este poema de su (nuestro) desierto:

Mar verde de trigo en invierno,
llanura ondulada en las Planas.

Mar de mies en verano,
olas de amarillo
que danzan a ritmo de cierzo.

Mar de surcos en barbechos
con huebras salpicadas de islotes
de piedras, sabinillos y romeros.

Mar negro en cada atardecer
con lomas de sabinas y de pinos
en eterno vaivén modulando silencios.

Mar de algodón estrellado,
surcado por infinitos vuelos.

Mar de paz es Monegros,
mi desierto.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Machismo oficial


Uno se queda siempre con la duda de si publicar o no estas cosas, pero además de su innegable valor histórico, veo tanto machismo reticente que se reproduce entre los y las jóvenes estudiantes de secundaria que igual no viene mal repasarlo para evitar esta y otras vueltas al pasado.

martes, 25 de diciembre de 2012

Ya lo siento


A la Navidad le ocurre lo mismo que al desagüe de mi fregadera:
que lo vomita todo.
Nada más recoger
y poner el último lavavajillas
y tender los manteles
y las servilletas
donde nos hemos limpiado nuestros brindis...
Nada más recoger,
cuando todo está listo
limpio la fregadera con lejía
y me vomita:
que mi padre falta desde hace un montón de años
y que le hice poco caso,
que Benito se nos fue detrás de su sonrisa
cuando supo que se le acababa el corazón
para seguir regalándolo,
que Laura fue tras él
harta de melancolía
y de darle igual seguir viviendo,
que Irene dejó la vida hace tiempo
aunque vino unas navidades más
sólo por acompañarnos
A la Navidad le ocurre lo mismo que al desagüe de mi fregadera:
que lo vomita todo.
Que cada día que pasa
me cuesta más (sobre) vivir.
Que cada día que pasa
me cuesta más querer (te).
Que cada día que pasa
me cuesta menos (es cierto) querer.
No sé si dejar de fregar los platos para siempre
o fregarlos todos los días
para que el desagüe de mi fregadera
siga vomitándome realidades
o bajarme al chino
y derrochar el salfumán por esa boca deslenguada y feroz.

Birabloas

Soy (somos) poetista, lo confieso (si esa palabra se permite, y se permitirá, que es bella); también diré que tenemos un grupo de poesía, que viene muy bien en días como éste. Se llama Birabolas y colgamos palabras, las tendemos (más bien), que las palabras no pueden quedar colgadas. Os dejo con el regalo que nos hemos venido haciendo en estos escasos tres meses y os invito a participar leyendo o tendiendo poemas como sábanas blancas.



Felices fiestas


sábado, 15 de diciembre de 2012

Violencias

En los últimos tiempos, he leído en varias ocasiones a algunos políticos quejándose amargamente tras sentirse acosados en la calle por gente indignada que no puede reprimir sus protestas, su rabia o su desprecio.

Hoy la queja y, hasta si me apuran, un cierto desasosiego (qué puede pasar cuando vaya sola por la calle y me reconozcan) se dejaba sentir en las palabras de la consejera aragonesa de educación, víctima del hostigamiento.

Foto: el diario.es
No me siento cómodo escribiendo esta entrada, ni tampoco cuando alguien, sea quien sea, se siente intimidado por otros. Comprendo y comparto el estado de ánimo de la consejera, tampoco a mí me gusta sentirme intimidado y en los últimos tiempos lo estoy sintiendo demasiadas veces: me siento  personalmente violentado cuando me reducen el sueldo o me quitan la paga extra o me suben el IVA sin opción al diálogo; me siento personal y socialmente agredido cuando se recortan drásticamente los presupuestos de la educación en la que llevo trabajando y algo más desde hace veintiocho años; me siento socialmente hostigado cuando recortan cualquier parcela de lo que se llamaba hace unos meses sociedad del bienestar, una manera de vivir que nos hemos ganado generación tras generación; me siento social y personalmente agredido cuando el capricho de cualquier delegado del gobierno ordena cargar a la policía contra mí o contra mis iguales tan poco violentos como yo; me siento democráticamente violado cuando se abusa del poder y se anteponen los intereses económicos del capital al bienestar de los ciudadanos; me siento constitucionalmente golpeado cuando lo anterior se convierte en norma constitucional con el consenso de la mayoría política.

No me gusta ejercer, ni que ejerzan conmigo ni con nadie, la violencia. Pero si violencia es la acción o efecto de violentar, habrá que asumir que existe no solo una violencia física sino muchos otros tipos: verbal, psicológica, política o económica... Y yo, y mucha gente que conozco (de la calle, del campo, de la mina...) nos sentimos política y económicamente violentados sin necesidad de salir a la calle ni de que nos reconozcan.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Diwertirse mejor que enwertnenarse

Las cosas como son, un idioma civilizado como el nuestro hace poco uso de la bárbara w (uvedoble), tal vez por eso nos entendamos mal con los pueblos germánicos y anglosajones o, mejor dicho, tal vez por eso nos entendamos poco con ellos y ellos nos entiendan menos todavía.

Sin embargo, en los últimos tiempos, el lenguaje castellano, siempre presto a la evolución callejera y muy proclive a la involución académica, está recibiendo no pocas aportaciones de nuevos vocablos que comienzan por la letra W, más concretamente por la sílaba Wert, procedentes de distintos movimientos sociales, especialmente relacionados con la educación, la cultura y el deporte.


Los colaboradores lingüísticos del bocavolorio han multiplicado sus investigaciones para intentar averiguar la razón de esta avalancha de neologismos en cuya formación interviene el prefijo wert- con un matiz eminentemente peyorativo, pero sólo han descubierto que la moda semántica coincide con en el tiempo con la presencia en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de un alto cargo cuyo apellido coincide con el prefijo. Sin embargo, los mismos investigadores afirman que no encuentran una relación clara entre ambos fenómenos.

Pese a esos escasos avances en las investigaciones, hemos conseguido identificar hasta treinta y un neologismos que comienzan por el prefijo wert- con algunas variantes:
  1. wertano: Referido al orificio externo del aparato excretor, suele utilizarse para indicar por donde puede meterse alguien un proyecto, de Ley, por ejemplo.
  2. wertbalista: Dícese del que usa balas contra algunos derechos de la población. También puede aplicarse a justificaciones e intervenciones públicas que son como balidos.
  3. wertbena: Situación en la que se encontrarán muchas entidades de aprendizaje musical o la música misma.
  4. wertberé: Acto futuro que consiste en empinar el como como remedio para olvidar si siguen así las cosas.
  5. wertberisco: Personaje que gusta de realizar actos de piratería y pillaje contra los servicios públicos.
  6. wertbigracia: Mal ejemplo que cunde como la espuma en el parlamento español y que divierte mucho a una diputada que se llama Andrea.
  7. wertborragia, wertborrea: Excesos verbales con efectos de enfermedad wertnérea para la cosa de la que se habla y las personas que los sufren.
  8. wertdasco: En Aragón, dícese de la vara verde y flexible que se utiliza para dar azotes a las bestias de tiro o a los alumnos de las escuelas. El golpe de wertdasco se llama wertdascazo.
  9. wertdejo: No caerá esa breva, pero lo agradeceríamos.
  10. wertdugo: Personaje que se dedica a aplicar la pena de muerte a una parte del estado del bienestar.
  11. wertenjenal: Enredo, lío, follón. (Este tipo nos ha metido en un wertenjenal.
  12. wertga, wertgajo. Pene de los mamíferos, concretamente wertgajo es la wertga de un toro que, después de cortada, retorcida y seca (que nadie se me haga ilusiones), se usa como látigo en las aulas o en otros lugares.
  13. wertgante: Persona capaz de actúar sin honradez, sin escrúpulos, en suma: bribón.
  14. wertgel: Crema de baño para lavar las heces.
  15. wertgonzoso, wertgonzante: Que causa wertgüenza.
  16. wertiberi: Enfermedad que puede convertirse en endémica, producida por las carencias, en general.
  17. wertbiquí: Herramienta que se utiliza para taladrarlo todo manualmente.
  18. wertido, wertedero: deshecho y lugar donde se tiran los deshechos.
  19. wertimiento (wertymiento): Personalidad que miente en cuanto alguien la reconoce.
  20. wertja: Si no fuera tan triste, produciría carcajadas.
  21. wertmuda. Ansia, anhelo de un buen número de personas, tres o cuatro según la delegada del gobierno, 30 según La Razón, 300 según el Mundo, 3000 según ABC, 30.000 según la policía local, 300.000 según el País, 3.000.000 según fuentes autorizadas y 30.000.000 según los organizadores.
  22. wertnéreo: En general, enfermedad de transmisión sexual producida por la falta de prevención al tener relaciones con algunas siglas.
  23. wertnal: Sobornable
  24. wertnial: Pecado de fácil remisión, sobre todo si se negocia en privado con los obispos.
  25. wertosímil: Dejamos a los lectores que busquen símiles a wert.
  26. wertrraco: Toro o cerdo semental que se crece con el castigo
  27. wertsa (wert-s.a.) Privatización de lo público convertido en sociedad anónima.
  28. wertsallesco: Manejo de la corte y, por extensión, de lo relacionado con la gobernación o la administración de las personas o cosas.
  29. wertso: Intento de detener a un animal (se pronuncia prolongando la o).
  30. wertical (wertycal): Pues eso: una de arena y muchas de cal.
  31. wertzas, wertzotas: Necio, ignorante o que hace caer en la necedad y la ignorancia.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Puertas abiertas

Pese a que todos los de la otra orilla, muchos de mis conocidos, bastantes de mis jefes, algunos de mis lectores, pocos de mis alumnos y ninguna de mis novias me consideren un radical, peligroso insurrecto, antisismeta y persona no adicta al régimen democrático, o no, imperante (hasta el presidente del des-gobierno o el ojalá-ex-ministro de instrucción me definen en los telediarios), soy un tipo normal; tanto que, (iluso de mí) gusto de visitar las sedes parlamentarias durante el puente de la Constitución Inmaculada, a saber: me he visto el (ahora, que no siempre) Congreso de los Diputados (y lo pongo con mayúsculas contra mi tendencia última a minusculizarlos -a ellxs, que no a la institución-), el parlamento de Guernika (porque me empeñé en que me lo enseñaran a su pesar, y lo hicieron); el sevillano hospital de las cinco llagas, que vaya nombrecito; el extremeño Hospital de San Juan de Dios, que gracias a su advocación y a la de San Rodríguez-Ibarra, los funcionarios del ente extremeño cobrarán lo suyo (que no es extra, que es sueldo) este diciembre; el palacio del hórreo en Santiago, que se montó a mayor gloria de don Manuel y sus gaitas destempladas, y hasta el Parlament de Catalunya, desvinculado él de cualquier pasado coronario y ahora menos independenstista que antes. Como soy tan constitucionalista como dado a la nausea, me he cuidado muy mucho de visitar el palacio de los Borja, actual sede de las Corts valencianas (ya lo conocía de antes y lo de los Borja se veía venir) o el atentado al buen gusto (democrático y visual) que constituye la cartagenera asamblea murciana. En fechas como éstas he visitado hasta el palacio de Westminster, donde recodé el primer corte de mangas al autoritarismo (aquello sí que eran recortes), y la Assemblée Nationale, rezando el rosario de la liberté, égalité, fraternité, ora pro nobis; aunque reconozco que he preferido prescindir, por las mencionadas razones de inestabilidad estomacal, del bundestag y del horroroso Erichs Lampenladen.



Es cierto, soy un tipo normal, demócrata-parlamentario y constitucionalista, al que le encantan los primeros artículos de la Constitución liberal (que no me vengan ahora con corrupciones aguirristas del liberalismo) de Cádiz:

Art. 2. La Nación española  (o la que sea) es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.

Un tipo al que le gusta aquello de que seamos benéficos (artículo 6) y buenos.

Un tipo al que, por no anclarme en el pasado, le gusta que los españoles (o cualquier otra gente) tengamos derecho al trabajo (artículo 35), a la salud (artículos 15, 40, 43...), a la educación (artículo 27), a la cultura (artículo 44), entre otras fruslerías y hasta que seamos libres para ejercer de libres e, incluso, que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad esté subordinada al interés general (artículo 123) y que la economía sirva para asegurar a todos una buena calidad de vida (preámbulo).

Un tipo al que más que cambiar la Constitución española (salvo el artículo 1.3. y el deleznable añadido de zetapé aplaudido por mariano), le gustaría su obligado cumplimiento, como a todo radical y antisistema que se precie.

Por todo eso, y porque me entusiasma la Aljafería, me he ido hoy a ver el palacio y, de paso, las Cortes aragonesas. He disfrutado del  palacio; les he explicado a unas cuantas parejas catalanas la presencia de su bandera en los artesonados y a algunos ploíticamentecorrectos la de las cabezas de Alcoraz cantonando la cruz de San Jorge; he recordado il trovatore de Verdi; he visto que no dejaban tocar el ejemplar del estatuto de autonomía y no ponían pegas a tocar cualquier otro elemento patrimonial (todo un síntoma del alejamiento); me he paseado por el salón de plenos y he disfrutado de una exposición de Isidro Ferrer, ese artista que da lecciones de libertad creativa cuando ilustra los carteles del Centro Dramático Nacional o cuando recoge premios de manos del rey.

Pues eso, si nos dimos una constitución, que se cumpla, ya la cambiaremos, si hace falta, cuando comprobemos, por fin, su validez. Mientras tanto seguiremos diciéndoles, como Isidro al rey, a la cara, que no nos representan.

martes, 4 de diciembre de 2012

Jetocracia

En esta nueva entrega del bocavolorio, hablaremos de Jetocracia.

La jetocracia es una forma de ejercer el poder y, por derivación, la economía o el control social que, partiendo de los principios de la democracia representativa, obtiene el mandato popular mediante un sistema electoral que no es proporcional a los votos emitidos y haciendo públicas, para el convencimiento del electorado, promesas que serán incumplidas de inmediato sin que ni la justicia ni ninguna asociación de consumidores que se precien demanden al anunciante por publicidad engañosa ni los votantes puedan reclamar la devolución del pago (en este caso el voto) por haber elegido un producto defectuoso o embustero.


Sus actos se fundamentan en una supuesta legitimidad que dan los votos (contabilizados aplicando el sistema llamado d'hondt, más conocido como el modelo aritmético cascala, que cumple el mismo principio que la propia jetocracia: más para el que más tiene) que son utilizados como si fueran hipotecas a cuatro años, vínculos indisolubles entre electores y elegidos. Los habituales incumplimientos electorales confieren a la mencionada legitimidad el carácter no ya de cesión de soberanía popular, que sería preocupante, sino de apropiación indebida de la misma que es, a todas luces, contraria a derecho: si el poder reside en el pueblo, se desahucia al pueblo y ya está, es el lema a seguir.


Como ejemplos de jetocracia, adjuntos algunas imágenes recopiladas (sólo) durante unos días del mes de noviembre

Al amparo de su poder, los jetócratas toman el poder de los ciudadanos para cederlo a los mercados; recaudan impuestos al pueblo para donarlos a los bancos (que a su vez lo utilizan para devolver a otros bancos, los alemanes, lo que les deben); destruyen el tejido productivo para controlar el tejido social; empobrecen a las personas para enriquecerse  a sí mismos; reducen los derechos ciudadanos cuando les place, y recortan los beneficios sociales a cambio de los cuales los contribuyentes abonan sus impuestos, de forma que los recortes en la educación, la sanidad, los servicios sociales en general, las infraestructuras, la creación de empleo o la ayuda a los desempleados pasan a engordar los bolsillos de los jetócratas, los bolsillos de sus amigos banqueros, oligarcas de la economía o simples chupóptros (a todos ellos conceden prerrogativas sobre el pueblo a quien pueden timar, estafar, desahuciar, esquilmar, robar, vapulear, agredir, insultar o, simplemente joder en cualquiera de sus acepciones...); también pueden pasar a engordar sus egos en forma de grandes obras inútiles que inauguran a bombo y platillo.

Como último ejemplo, a saber: todos los que han regularizado su dinero negro en la incomprensible amnistía de hacienda (menos de la mitad de los previstos) podrán seguir teniendo su dinero en Suiza. Los demás no, ni siquiera nos queda dinero para tenerlo en ningún lado.



Dicen que quedan dos parejas de jetócratas honrados en la sierra de la Virgen, pero sólo se han podido encontrar sus huellas y no ha sido posible visualizar a los individuos, por lo que esta teoría queda pendiente de demostración fehaciente.