En 1944, en el paraíso turístico de Bretton Woods, se confirmó que estaban en gestación los hermanos gemelos que la humanidad necesitaba.
Uno iba a llamarse Fondo Monetario Internacional y el otro, Banco Mundial.
Como Rómulo y Remo, los gemelos fueron amamantados por la loba, y en la ciudad de Washington, cerquita de la Casa Blanca, encontraron residencia.
Desde entonces, los dos gobiernan a los gobiernos del mundo. En países donde han sido votados por nadie, los gemelos imponen el deber de obediencia como fatalidad del destino: vigilan, amenazan, castigan, toman examen:
—¿Te has portado bien? ¿Has hecho los deberes?
¿Y quién nos ha secuestrado? puede preguntarse algún despistado. A estas alturas de la crisis parece claro que el nos se refiere a la soberanía, a la nuestra, que no es sino la capacidad de gobernarnos por nosotros mismos. El quién es personal y entidades de variopinto pelaje a los que une un interés desmesurado por el dinero (el nuestro).
- Nos han secuestrado los tecnócratas europeos a quienes la gente de a pie (la chusma, para entendernos) le importamos un carajo y solo se preocupan de la estabilidad (la de sus intereses). Son los mismos que impusieron un gobierno tecnócrata en Italia para sustituir al ínclito Berlusconi o los que dictan a los griegos a quién deben votar mañana en sus elecciones.
- Nos han secuestrado los organismos internacionales que, como el FMI y el BM, se han cansado de sangrar a América Latina (como bien sabe y cuenta Galeano), y han hincado sus colmillos en la chusma europea.
- Nos han secuestrado estos políticos que nos hemos ganado a pulso, tanto los extranjeros (Merkel, Sarkozy, Berlusconi...) como esa especie de presidente naïf e inutil que se llamó zetapé o esa alegoría de la nada que ahora nos desgobierna con el nombre de Mariano. También los otros, los que no nos desgobiernan porque vieven en el desgobierno propio, en estos tiempos que corren no podemos permitirnos el lujo de tener una oposición desahuciada por una minusvalía incapacitante y senil; una izquierda anodina, sectaria y tan rancia como su líder el y ventrílocuo que lo mueve; una especie partido magenta que se mira al espejo la raya del ojo siempre que se pronuncia, y unos nacionalistas que babean de gusto cada vez que se oponen a lo que ellos mismos harían y esconden la cara cada vez que apoyan lo que ellos mismos nunca aplicarían.
- Nos han secuestrado los banqueros porque, si las cosas van bien pringarán a cada españolito (desde la niña de Rajoy al abuelo cebolleta) a pagar alrededor de 2.000 € del ala para sufragar sus derroches y si las cosas van mal venderán nuestra alma al Banco Mundial para que le paguemos en sangre. Si usted no tiene los 2.000 € no se preocupe, ya se ocupará el ministerio del ramo de deducírselos de la educación de sus hijos, nietos o vecinitos; de la operación de próstata para la que le llamarán cuando ya no haya más remedio que decir amén; de algún impuesto por pensar (o por no pensar que se sacaría más pasta)...
Pues sí, nuestro secuestro es tan terrible que tenemos que pagar para rescatar a nuestros propios secuestradores, el colmo de la privación de libertad -que diría el otro políticamente correcto y semánticamente abyecto-. Porque ese préstamo en condiciones favorables que es el rescate pendiente de pago nos va a costar, tarde o temprano (más temprano cuanto más lo niegue Rajoy y lo acaba de hacer a mediodía), la subida del IVA hasta el 21 %; el recorte de las prestaciones por desempleo; la jubilación a los 67 (o más) que ya tenemos, pero adelantando sus afectos para que no se libre nadie; una requetereforma laboral; una nueva bajada de los sueldos de los funcionarios; amén de otras cosas menores como el peaje en las autovías, el copago sanitario, la subida de impuestos indirectos, u otras ya sabidas como los recortes en la sanidad, la educación, los servicios públicos... Un horror, vamos, que exigen el FMI, Alemania y hasta el apuntador tras el entusiasmo marianista.
Por eso me hierve la sangre cuando resulta que nuestra ratio de políticos por habitante es 5,5 veces mayor que en Alemania (que también tiene sus instituciones territoriales), lo que supone multiplicar por lo mismo o más (que en eso no se recortan un pelo nuestros próceres) el número de chupópteros que les bailan el agua disfrazados de asesores.
Me hierve la sangre cuando leo las cifras millonarias que se embolsan los causantes de las bancarrotas por haberlo hecho a conciencia y que, naturalmente, no van a devolver de manera alguna mientras nosotros nos hacemos cargo de sus agujeros:
- NOVA CAIXA GALICIA, con un boquete de 3.600 millones de euros, están los siguientes personajes: Jose Luís Pego, ex-director se jubiló con 18 millones de euros. José Luís Méndez, se llevó 16 millones de euros. Gregorio Gorriarán se metió en el bolsillo 15 millones de euros. Javier García Paredes le indemnizaron con 11 millones (éste, dice, que renunció a la mitad).
- La CAM, que tuvo que ser rescatada por el Estado español con un descosido de 17.000 millones de euros: Roberto López Abad, ex-director se jubiló con 5,8 millones de euros. María Dolores Amorós recibe 370.000 euros de pensión vitalicia, junto a otros varios personajes (hasta 5) con 1,5 millones.
- CAJA SUR, con un agujero de 1.100 millones de euros, cuenta con: Ángel Castillejo, que se ha llevado 4,3 millones de euros y una paga (anual) de 250.000 euros.
- CAJA SEGOVIA (ahora Bankia): Manuel Escribano, ex-director, se llevó 6 millones de euros y 10 pagas anuales de 275.000 euros.
- CAIXA PENEDES, con un agujero de casi 1.000 millones de euros: Manuel Troyano, ex-director general se metió en el bolsillo 5 millones de euros y una indemnización de 3,7 millones de euros. Ricard Pages, ex-director, se jubiló por 11 millones de euros.
- BANCO DE VALENCIA (Bankia): Domingo Parra, 7,5 millones; Aurelio Izquierdo 13,8 millones.
Y esto solo por poner un puñado de ejemplos (y de millones de euros) en blanco, que no quiero ni imaginarme los agujeros negros que hay en este espacio bancario. ¿Cuándo tendremos las pelotas, ovarios o lo que sea menester para llevar a Bruselas (que el panorama judicial hispánico no está para muchas alegrías) a esta panda de golfos.
Me hierve la sangre cuando leo que en el momento del rescate, chupaban en Bankia, además del propio Rato (ex-ministro del PP), su ex-cuñado Santiago Alarcó; Claudio Aguirre, primo (carnal, se entiende) de Esperanza Idem; Juan Chozas, ex-secretario general de empleo con Aznar y miembro de FAES; Jesús Pedroche, ex-consejero de Aguirre y ex-presidente de la asamblea de Madrid; Ricardo Romero de Tejada, ex-presidente del PP en la Comunidad de Madrid; la bachiller Mayte Jiménez, esposa del consejero de asuntos sociales de Aguirre; Nieves Alarcón, esposa del senador del PP Francisco Granados; Ángel Acebes, ex-ministro de interior con Aznar; Manuel Lamela, ex-consejero de sanidad de Aguirre... Esto solo por hablar de la parte correspondiente a CajaMadrid, que si no ponemos con los Olivas y Cía, procedentes de la contraparte Valenciana no acabamos. Personas todas ellas de indubitable sapiencia económico-financiera.
A lo peor es que la solución que encontraron el 30 % de los electores españoles (la mayoría absoluta es, ne realidad, mayoría autoritaria) en las ultimas elecciones generales formaba y forma parte del problema.
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