jueves, 31 de mayo de 2012
POR MÍ Y POR MIS COMPAÑEROS
Con esto de las movidas de la enseñanza, hace tiempo que no lo tengo para escribir, por eso copi y pego esta joya que he conocido en facebook a través de Laura Pedros y que firma Arístides Mínguez, un desconocido amigo de toda la vida. Gracias a ambos.
La sirena anuncia el recreo. Mohamed se acerca a mi mesa para que le anote su positivo en el cuaderno que le compré al principio de curso. No huele muy bien: en el cuchitril en el que malvive no tienen agua y no ha podido asearse en todo el fin de semana. Ahora, mis compañeros de Educación Física le tienen preparada la muda limpia para cuando termine de ducharse en los vestuarios. Sobre su mesa, la bolsa con los bocadillos que le prepara nuestra cantinera. Le toca pagarlos al de Tecnología.
Me reconcome el cabreo de hace dos horas. He reñido por enésima vez a los de 1º de Bachiller, porque sólo unos pocos llevaban al día la materia, mientras que muchos se habían abandonado. Les echaba en cara que desaprovecharan los recursos que el Estado, al que sus padres sostienen, ponía a su servicio. Les decía que de entre ellos tenían que salir los notarios, los jueces del mañana. Me interrumpió Fran, diciéndome que los notarios y jueces futuros iban a un centro de pago (dio el nombre, precisamente, del colegio en el que trabajaba el que se dice presidente de “todos” los murcianos). Que ellos, los de este instituto público, en todo caso, iban a ser sus jardineros. Solté una blasfemia. Les dije que fueran lo que ellos eligieran, no lo que a los otros les conviniera.
En el vestíbulo mi compañera la Conserje bromea sobre que el viernes por la tarde se le acabaron los pañuelos de papel con los críos de 2º de Bachiller, que habían suspendido alguna materia en la Evaluación Final. Nos miramos y con una sonrisa triste recordamos los malos tragos pasados al intentar consolar a criaturas que entre lágrimas te decían que habían hecho todo lo que podían, pero no les había bastado para aprobar.
Mi compañero el Secretario reniega porque desde la Consejería siguen sin pagarle lo que nos deben y no ve cómo va a poder hacer frente a los gastos de mantenimiento.
En el patio saludo a Paco, mi compañero de ACNEE, al que cabrea que en su pueblo le digan que tanto estudiar para acabar de Maestro de Tontos. Va acompañado a todas partes de dos de sus “Secretarios”, uno con Hiperactividad y Déficit de Atención severo, que nos llegó expulsado de un concertado.
En un rincón está Ella. La semana pasada le dieron el alta desde Psiquiatría. Lucha como una jabata contra su anorexia. Su madre nos imploró que la vigiláramos. Teme que lo vuelva a intentar por 3ª vez. Mi compañera la Orientadora no la pierde de vista.
Esta es la realidad cotidiana para nosotros, profesores en un centro público, punta de lanza contra la ignorancia, carne de cañón, indignamente comandada y humillada. Menospreciada por una sociedad enferma, que, por desconocimiento, infravalora nuestra labor. Por eso nos saca de nuestras casillas escuchar a aquellos que, desde sus despachos y coches oficiales, dicen que no pasa nada por tener a 10 alumnos más por clase: para ellos son simples cabezas de ganado. Ésos y sus mamporreros tienen de Profesor lo que yo de obispo. Amén.
ARÍSTIDES MÍNGUEZ BAÑOS, PROFESOR DE INSTITUTO PÚBLICO
sábado, 26 de mayo de 2012
Patriotas de si mismos
Oigo en la radio la rabia y la injusticia con la que viven los familiares de aquellos militares que murieron en el Yak 42, indignados porque el culpable ha sido, como siempre, el maestro armero; los dos condenados indultados y el responsable del ramo (irresponsable más bien, que aquí nadie asume las consecuencias de sus actos) de embajador por las américas.
La derecha española ha presumido siempre de patriota y lo demuestra con la bandera y el himno, aunque sea para provocar que los otros, los antipatriotas, silben más la música de lo que llevaban pensado.
Pero a la hora de la verdad, de dar la cara ante viudas, huérfanos y demás familia y de decirles: soy un... porque metí a vuestros hijos, parejas y padres en un tastarro para poder tener más disponible que gastar en desfiles y coche oficial, en ese momento, solo son patriotas de sí mismos, de lo suyo y de la comandita que los rodea.
Y, si no, que se lo pregunten a ese tal Goirigolzarri que no ha venido a depurar responsabilidades sino a sangrarnos y que cualquier día le pondrá la medalla al mérito del morro a Rato, Oliva u otros causantes. Que se lo pregunten a los que quitan al pueblo (los que hacen la patria, no lo olviden) el trabajo, la salud, la educación o la vida en este caso, para repartir beneficios entre los amiguetes banqueros o no.
Nunca he sido muy de patrias, himnos ni banderas, pero si, como se me antoja, ser patriota es indignarse junto a esas familias del Yak (y junto a las víctimas de tanto), me apunto y me indigno con ellos.
http://elpais.com/tag/yak_42/a/
miércoles, 23 de mayo de 2012
Desvergüenza
Aunque había escuchado las declaraciones de Wert sobre las virtudes de la masificación en las aulas para fomentar la sociabilidad del alumnado, desconocía las otras en las que invita al personal (pobre, se entiende) a no gastar las perras en otras cosas (no sé si pensaba en vicios, vino o lencería fina o, simplemente en comer caliente y otras fruslerías por el estilo -aunque mi intuición me dice que eran el vino y otros vicios impropios de la plebe los que andaban por la mente del ministro-) y disponer así de remanente para pagar las desorbitadas tasas universitarias con las que quiere pulirse el derecho al futuro del populacho jovenzano.
Esto de la tele es lo que tiene, que podemos darle al play y al replay cuanto queramos (preferiblemente, en este caso, no después de las diez por aquello de las pesadillas):
¡Qué sabrá usted, señor ministro y qué lección le han dado los rectores magníficos!
Esto de la tele es lo que tiene, que podemos darle al play y al replay cuanto queramos (preferiblemente, en este caso, no después de las diez por aquello de las pesadillas):
Mejor que le contesten Carmen, Andrés y Ricardo.
¡Qué sabrá usted, señor ministro y qué lección le han dado los rectores magníficos!
Los dos mentimos, Sr. ministro
Vamos a contar mentiras, tralará... porque los dos mentimos, Sr. Ministro: usted lo hace cuando dice que sólo ha parado el 20 % del sector educativo y que ninguna comunidad ha superado el 50 % de huelguistas (la DGA, que también miente, cifra el alcance de la huelga en un 52 % y descalifica su mentira con otra); yo miento cuando afirmo que hemos sido el 80 %. En esto no podemos quedar como amigos: ni pa ti ni pa mí (80 + 20 / 2 = 50 %), porque ambos sabemos que mi estimación está más cerca de la realidad que la suya. Tampoco acepto el trato con Rudi (52 + 80/2 = 66 %), aunque se me antoja más razonable.
No acepto trato añguno porque el asunto de la educación no es cuestión ni de mentiras ni de porcentajes ni siquiera de números macroeconómicos, no. Es un asunto mucho más serio hecho de cualidades: competencia, conocimiento, igualdad, equidad, convivencia... y sensaciones, las que le produce a uno el acto educativo. Por eso le dejo con las sensaciones que he tenido este 22 de mayo en el que se me han mezclado muchas: rabia, respeto, alegría y, sobre todo el convencimiento de que ni perdidos ni solos, acabamos de encontrarnos y ya nos echamos de menos.
Esto no es crisis, es esperanza. Hasta la próxima, que la habrá.
No acepto trato añguno porque el asunto de la educación no es cuestión ni de mentiras ni de porcentajes ni siquiera de números macroeconómicos, no. Es un asunto mucho más serio hecho de cualidades: competencia, conocimiento, igualdad, equidad, convivencia... y sensaciones, las que le produce a uno el acto educativo. Por eso le dejo con las sensaciones que he tenido este 22 de mayo en el que se me han mezclado muchas: rabia, respeto, alegría y, sobre todo el convencimiento de que ni perdidos ni solos, acabamos de encontrarnos y ya nos echamos de menos.
Esto no es crisis, es esperanza. Hasta la próxima, que la habrá.
lunes, 21 de mayo de 2012
A tomar la calle
Acabo de colgar en el facebook de la marea verde en el Zaurín esta imagen prestada por el colectivo dignidad (de Perú, que en todas partes cuecen habas), con un texto que venía a decir: el arma que tanto temen algunos: "LAPIZTOLA", ideal para combatir la ignorancia. Y va a ser verdad.
Mañana, 22 de mayo, una marea verde recorrerá las calles españolas para decir que con la escuela no se juega, para oponerse a la sangría en educación y para intentar poner colorados a quienes primero crearon una crisis y luego intentan pararla a golpe de machete contra lo que es de todos.
Digo que tendrán razón, que son necesarias muchas LAPIZTOLAS y mucha gente que enseñe a usarlas porque a unas horas de la huelga tengo que escucharme comentarios que si no me asquearan por malintencionados, me darían lástima por ignorantes.
Va uno y me comenta: ¡hala que hacéis huelga porque os van a hacer trabajar más horas! Mentira, vamos a trabajar las mismas, pero tendremos menos tiempo disponible para seguir en esto de la mejora de la calidad educativa, para preocuparnos de la convivencia, de la equidad, de adaptar los currículos a la realidad y a la diversidad, para orientar a los alumnos... Y esas horas supondrán el despido en Aragón de 1500 trabajadores como tú, que se irán a la mierda cuando son necesarios donde están. Más sacrificios humanos de la economía productiva al becerro de oro de la economía especulativa. ¡Anda, anda que solo sabéis quejaros! dice mi tonto de guardia cuando se aleja. ¡Lapiztoletazo! le daría yo a ver si espabila, pero este no espabilará nunca, es el mismo que se reía cuando nos congelaron/bajaron los sueldos a los empleados público, sin darse cuenta de que estaban rapando las barbas de su vecino.
Va otra, profesional del vampirismo, que no compañera ni colega y me dice: pues yo mañana pongo examen en clase, y el que no venga que se apañe. Me viene bien el edificante ejemplo de esta indocente (enseñante que ha perdido la vergüenza) para indicar que los necesitados de un buen lapiztoletazo están lo mismo entre los iletrados que entre los letrados y muy letrados porque, al fin y al cabo, la ignorancia no define el nivel cultural, sino la incapacidad para aprender de la vida y de las personas. Lapiztoletazo en el corazón para la vampira (que no vampiresa -más quisiera-) con pocas esperanzas de retornarla a la condición humana.
Una tercera asegura: ¡Vosotros lo que no queréis es que os metan más chicos en clase! Y, mira por donde, tiene razón: no queremos. Cualquiera que haya dado clase en un aula de primero o segundo de ESO, por decir algo, sabe que el anunciado aumento de las ratios hasta 36 alumnos por aula desemboca en el fracaso y el abandono escolar por la desatención de los alumnos y en la vuelta a una metodología caduca de bustos parlantes. Por no hablar de la imposibilidad de mantener un orden razonable con 30 niños en primaria o unos cuantos más en secundaria (me río de mamarrachadas como la ley de autoridad del profesor y otras memeces semejantes). ¡Mira a las monjas como no les importa! Claro que no, sobre todo a las hermanitas de la mano tendida: cuantos más alumnos más perras. Nuevo lapiztoletazo para el caballero.
Y hay más, muchos más: el que asegura que la huelga es para no trabajar en verano; la madre que no vendrá a la concentración para no beneficiar a los profesores (y es que somos el enemigo); el alumno que no vendrá mañana al insti, pero no sabe de qué va todo esto ni se quiere enterar; el concejal desmemoriado que piensa que todo esto es cosa de política y que con Zp no lo hacíamos, cuando mis nóminas dicen lo contrario... Lapiztoletazos per tutti.
Los que afirman que vivimos una tercera guerra mundial encubierta no van desencaminados, una guerra en la que el enemigo es el pueblo y hay que vencerlo quitándole sus armas, una de ellas la educación que intenta que el personal siga pensando y eso siempre ha sido peligroso. Mañana saldré a la calle armado de argumentos y dispuesto a procurarme una lapiztola, aunque sea en el mercado negro, porque o tomamos la calle y la convertimos en un clamor o nos toman nuestros derechos y nos convierten en nada.
martes, 15 de mayo de 2012
domingo, 13 de mayo de 2012
Bankia
Andan enredados los desgobiernos de España buscando a quién culpar del chanchullo de Bankia. Los unos dicen que el marrón es del gobernador del banco de España, un tal MAFO, que cuando proponía dentelladas al mercado de trabajo y a la sociedá del bienestar en vez de dedicarse a auditar, que es lo suyo, les parecía la reencarnación de santa maría la virgen de botella y su cohorte de querubines (y tendrán razón: MAZO es culpable del chanchullo de Bankia). Los otros, que son los mismos, aunque ahora parezca lo contrario, dicen que la culpa es de Rato, que se ha pegado en la poltrona bancaria año y pico para darle media verónica a la ruina de la entidad y embolsarse, de paso, millón y pico de machacantes con su pase a la reserva. En ese tiempo fusionó Cajamadrid, pesebre de los desmanes financieros madrileños, con Bancaja, garante de la incontinencia inmobiliaria valenciana, dicen los unos que engañado por MAFO, cuando hasta yo, que no puedo relacionar más de dos ideas en la cabeza, sabía que la cosa no iba a salir bien. (y tendrán razón: Rato es culpable del chanchullo de Bankia).
Ahora han nacionalizado la Bankia (pobre de mí: tantos años esperando para que nacionalicen la Banca y que los beneficios se repartan entre el personal y ahora nacionalizamos pérdidas -me imagino el alborozo en el otro desgobierno de IU, que lo propuso un día antes: Cayo, no tengas ideas, que es peor-) y el desgobierno actual ha puesto de jefe a un tal Goilrigonzarri, el mismo que se jubiló del BBVA con 56 tacos y una modesta pensión de un par de millones anuales y vitalicios para su uso y disfrute y clamaba por la reforma laboral (¡toma ya pago a tus desvelos!).
Los desgobiernos actual (del PP), anterior (del PSOE), permanente (de IU), aspirante (de Rosa Díez, sus siglas no importan demasiado), separatista (CiU -la U menos que la C, a ver si Durán va a renunciar a vivir en el Palace por la independencia de Catalunya-) y futuros tienen, por una vez y sumados, la razón: la culpa es de MAFO, Rato, Oliva (que no lo he nombrado pero era el malabarista -maliversionista- presidente de Bancaja), de los presidentes de las cajitas pequeñajas que, con desgobiernos autonómicos o municipales del PP, se adscribieron a la infusión por encima de lo que pensaran sus impositores (caja Rioja, caixa Laietana, caja Canarias, caja Ávila, caja Segovia), de los consejeros pertenecientes a TODOS los partidos (que había que merendar - medrar- en la caja del pueblo a costa de los ahorradores) representados, de los sindicalistas que cobraban emolumentos dignos del príncipe de Gales (y se hacían llevar -algunos, que lo sé- en auto oficial), de los concejales y concejalas que cargaban a la obra social el lavado de calzoncillos y bragas cuando iban de junta...
Todos los culpables de la crisis de Bankia (y de las que vendrán) tienen nombre y apellidos y responsabilidades en el entuerto. Hasta los padrastros de la patria, desgobiernos actuales, pasados, futuros, improbables e imposibles se han puesto de acuerdo: hay culpables. Pues bien, que caiga sobre ellos todo el peso de la Ley (la del pueblo, la de Mayúsculas), que paguen con su patrimonio y con el de sus compinches los desmanes cometidos. Al fin y al cabo nosotros estamos pagando con el nuestro los desgobiernos presente, pasado y futuro (hasta los improbales e imposibles, que el mercado para esto es implacable).
¿A que no tiene güevos la OCU?
Ahora han nacionalizado la Bankia (pobre de mí: tantos años esperando para que nacionalicen la Banca y que los beneficios se repartan entre el personal y ahora nacionalizamos pérdidas -me imagino el alborozo en el otro desgobierno de IU, que lo propuso un día antes: Cayo, no tengas ideas, que es peor-) y el desgobierno actual ha puesto de jefe a un tal Goilrigonzarri, el mismo que se jubiló del BBVA con 56 tacos y una modesta pensión de un par de millones anuales y vitalicios para su uso y disfrute y clamaba por la reforma laboral (¡toma ya pago a tus desvelos!).
Los desgobiernos actual (del PP), anterior (del PSOE), permanente (de IU), aspirante (de Rosa Díez, sus siglas no importan demasiado), separatista (CiU -la U menos que la C, a ver si Durán va a renunciar a vivir en el Palace por la independencia de Catalunya-) y futuros tienen, por una vez y sumados, la razón: la culpa es de MAFO, Rato, Oliva (que no lo he nombrado pero era el malabarista -maliversionista- presidente de Bancaja), de los presidentes de las cajitas pequeñajas que, con desgobiernos autonómicos o municipales del PP, se adscribieron a la infusión por encima de lo que pensaran sus impositores (caja Rioja, caixa Laietana, caja Canarias, caja Ávila, caja Segovia), de los consejeros pertenecientes a TODOS los partidos (que había que merendar - medrar- en la caja del pueblo a costa de los ahorradores) representados, de los sindicalistas que cobraban emolumentos dignos del príncipe de Gales (y se hacían llevar -algunos, que lo sé- en auto oficial), de los concejales y concejalas que cargaban a la obra social el lavado de calzoncillos y bragas cuando iban de junta...
Todos los culpables de la crisis de Bankia (y de las que vendrán) tienen nombre y apellidos y responsabilidades en el entuerto. Hasta los padrastros de la patria, desgobiernos actuales, pasados, futuros, improbables e imposibles se han puesto de acuerdo: hay culpables. Pues bien, que caiga sobre ellos todo el peso de la Ley (la del pueblo, la de Mayúsculas), que paguen con su patrimonio y con el de sus compinches los desmanes cometidos. Al fin y al cabo nosotros estamos pagando con el nuestro los desgobiernos presente, pasado y futuro (hasta los improbales e imposibles, que el mercado para esto es implacable).
¿A que no tiene güevos la OCU?
domingo, 6 de mayo de 2012
Cantautores
Ayer me enteré por la radio, a través de Miguel Mena, que el puente que da entrada al Parque Grande José Antonio Labordeta se ha bautizado como Puente de los Cantautores. ¡Qué bien!
Hace tiempo que necesito la vuelta de los cantautores. Este lodazal económico que está engullendo al personal y a sus esperanzas de futuro, que paraliza de miedo a quien tiene algo que perder y da asco a quien va perdiéndolo todo poco a poco o de un golpe de recorte o reforma infame y llena de mierda totalitaria el mito de la democracia participativa... necesita canciones para que llueva a cántaros; para que ese día en que todos, al levantar la vista, veamos una tierra que ponga Libertad, esté muy cerca; para que esto no siga siendo Albanta al revés; no importe que uno tenga su propia fe; y consigamos enterrarlos en el mar.
Y es que no puede ser que el pueblo unido jamás será vencido suene tan antiguo como parece sonar o que Yolanda haya dejado de ser la canción de amor más bella que jamás se ha escrito.
martes, 1 de mayo de 2012
Carta de una maestra
No sé de quién es, solo me gusta, la copio y la pego:
DERECHOS, QUE NO PRIVILEGIOS*
*
*
Según el Diccionario de uso del español de María Moliner,*privilegio* es la excepción de una obligación, o posibilidad de hacer o tener algo que a los demás les está prohibido o vedado, que tiene una persona por una circunstancia propia o por concesión de un superior. Por el contrario *derecho* es la circunstancia de poder exigir una cosa porque es justa.
*
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Según el Diccionario de uso del español de María Moliner,*privilegio* es la excepción de una obligación, o posibilidad de hacer o tener algo que a los demás les está prohibido o vedado, que tiene una persona por una circunstancia propia o por concesión de un superior. Por el contrario *derecho* es la circunstancia de poder exigir una cosa porque es justa.
Soy funcionaria, me dedico a la docencia y trabajo en un instituto de educación
secundaria, en este país. Y no, yo no tengo privilegios.
El sueldo que cobro es un derecho que me gano honradamente con mi trabajo. Está
regulado por un convenio en el que participan y firman todas las partes
interesadas. Es transparente, cualquier ciudadano puede saber lo que cobro.
Hacienda conoce perfectamente mis ingresos, en mi declaración no cabe el fraude
ni la picaresca. Mis ahorros, pocos, están en entidades bancarias completamente
controladas por el estado, y no en paraísos fiscales. Me levanto todas las
mañanas a las seis y media para ir a trabajar. Cuando regreso estoy cansada,
porque, aunque no lo parezca, este oficio es agotador. Diariamente doy cuenta
de mi trabajo primero a mis alumnos y por supuesto a sus padres, luego a mi
director y si es preciso al inspector de mi zona, porque yo sí tengo
jefes. Obtuve mi puesto de trabajo aprobando una oposición, que por si
alguien no lo sabe, es una prueba muy dura, y no hubo “enchufismos” de ninguna
clase. Si tengo que ir a trabajar en coche, el vehículo es propio y pago la
gasolina, yo no tengo coche oficial ni chófer. Si he de quedarme a comer, me
pago la comida, yo no cobro dietas. El café y el almuerzo corren por mi cuenta,
y hasta los bolígrafos rojos que gasto para corregir los ejercicios de mis
alumnos, los compro con mi dinero. Los libros de texto y de lectura que necesito
para trabajar, de momento, nos los ceden, gratuitamente las editoriales,
tampoco les cuestan un euro a la Administración.
No, yo no tengo privilegios. Alguien podría pensar que disfruto de un mes de vacaciones más que el resto de mortales. Pero durante el curso escolar trabajo prácticamente todos los domingos, y cuando no trabajo en domingo es porque lo he hecho en sábado. Si cuentan todos estos días, verán que suman más de 31, que son los que tiene el mes de Julio. Cuando llevo a mis alumnos de excursión o de viaje, les dedico las 24 horas, dejando a mis hijos y a mi familia.
No, yo no tengo privilegios. Y sin embargo me siento privilegiada. Sí, me siento privilegiada porque considero que mi trabajo es muy importante y valioso y realizo un servicio social. Me siento privilegiada cuando veo crecer y madurar a mis alumnos, los veo superar sus dificultades y aprender, y yo estoy ahí ayudándoles, aunque sólo sea un poquito. Me siento privilegiada cuando mis alumnos me saludan por la calle, casi siempre con una sonrisa y cuando hablo con sus padres con la cordialidad propia de quienes comparten objetivos. Me siento privilegiada cuando encuentro a antiguos alumnos y me hablan de sus vidas, de sus éxitos y sus proyectos. Y sobre todo me siento privilegiada porque trabajo rodeada de extraordinarios profesionales que se dejan la piel día a día para llevar a buen puerto esta nave que la Administración se empeña en hacer zozobrar.
Sí, estos son mis privilegios, pero puedo asegurarles que no le cuestan ni un euro al contribuyente.
Con todo, no crean que quiero ponerme medallas, nada más lejos. En el fondo me siento como /el siervo inútil /del Evangelio, al fin y al cabo sólo cumplo con mis obligaciones. Pero es importante no confundir derechos con privilegios. Los recortes en Sanidad y Educación, son recortes en derechos y no en privilegios. Que no os confundan. No veáis enemigos donde hay amigos, ni verdugos donde hay víctimas como vosotros. Confundir es un arma de poder para camuflar al verdadero culpable.
Con todo lo que está cayendo sobre los docentes, lo que más me duele no es la pérdida de poder adquisitivo, sino el menoscabo moral al que se nos está sometiendo. Sólo pido a la sociedad, respeto. A los políticos, honestidad, porque muchos han olvidado el significado de esa palabra, si es que lo conocieron alguna vez. También les pido valentía, porque pisotear al débil es de cobardes. Los culpables de esta crisis son mucho más poderosos que nosotros y si tienen privilegios, que los paguen ellos. Por la dignidad del docente, que es lo que no nos pueden quitar.
No, yo no tengo privilegios. Alguien podría pensar que disfruto de un mes de vacaciones más que el resto de mortales. Pero durante el curso escolar trabajo prácticamente todos los domingos, y cuando no trabajo en domingo es porque lo he hecho en sábado. Si cuentan todos estos días, verán que suman más de 31, que son los que tiene el mes de Julio. Cuando llevo a mis alumnos de excursión o de viaje, les dedico las 24 horas, dejando a mis hijos y a mi familia.
No, yo no tengo privilegios. Y sin embargo me siento privilegiada. Sí, me siento privilegiada porque considero que mi trabajo es muy importante y valioso y realizo un servicio social. Me siento privilegiada cuando veo crecer y madurar a mis alumnos, los veo superar sus dificultades y aprender, y yo estoy ahí ayudándoles, aunque sólo sea un poquito. Me siento privilegiada cuando mis alumnos me saludan por la calle, casi siempre con una sonrisa y cuando hablo con sus padres con la cordialidad propia de quienes comparten objetivos. Me siento privilegiada cuando encuentro a antiguos alumnos y me hablan de sus vidas, de sus éxitos y sus proyectos. Y sobre todo me siento privilegiada porque trabajo rodeada de extraordinarios profesionales que se dejan la piel día a día para llevar a buen puerto esta nave que la Administración se empeña en hacer zozobrar.
Sí, estos son mis privilegios, pero puedo asegurarles que no le cuestan ni un euro al contribuyente.
Con todo, no crean que quiero ponerme medallas, nada más lejos. En el fondo me siento como /el siervo inútil /del Evangelio, al fin y al cabo sólo cumplo con mis obligaciones. Pero es importante no confundir derechos con privilegios. Los recortes en Sanidad y Educación, son recortes en derechos y no en privilegios. Que no os confundan. No veáis enemigos donde hay amigos, ni verdugos donde hay víctimas como vosotros. Confundir es un arma de poder para camuflar al verdadero culpable.
Con todo lo que está cayendo sobre los docentes, lo que más me duele no es la pérdida de poder adquisitivo, sino el menoscabo moral al que se nos está sometiendo. Sólo pido a la sociedad, respeto. A los políticos, honestidad, porque muchos han olvidado el significado de esa palabra, si es que lo conocieron alguna vez. También les pido valentía, porque pisotear al débil es de cobardes. Los culpables de esta crisis son mucho más poderosos que nosotros y si tienen privilegios, que los paguen ellos. Por la dignidad del docente, que es lo que no nos pueden quitar.
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