Aclarado esto diré que respetos y admiraciones no suponen fe ciega y menos en un descreído como yo, al que acostumbraron (los curas, por cierto, a cuestionarme todas las verdades), así que reivindico el derecho a la discrepancia desde el respeto, la admiración, el abrazo o el beso.
Si la propuesta de Interpeñas para las fiestas de San Roque en el 2012 parecía descabellada (recuerdo: comenzar el día 15, juntando chupinazo y romería en 24 horas para acabar el 18 porque es sábado), la que han lanzado hoy (reconociendo que sin el consenso de las peñas) es inaceptable, ya no por descabellada, sino por disparatada. Su planteamiento es, de sencillo, insensato: comenzar las fiestas el 14, de forma que el vino de honor queda sustituido por el chupinazo, trotar por ahí el 15 (con romería en su momento), el 16, el 17 y el 18 (bueno, lo de trotar el 18 es un decir, aguantarán los que vengan de fuera, porque los de casa estaremos para el guano).
El Ayuntamiento presenta lo suyo: está dispuesto a que el 16, San Roque, sea festivo si interpeñas recorta las fechas de las fiestas desde el 14 hasta el 16, es decir, un día menos que otros años. Sus razones: la crisis, que hay otros problemas más importantes que las fiestas, la menor disposición de dinero para subvencionar a Interpeñas y al patronato taurino, la posibilidad de que haya que reducir el número de corridas o eliminarlas por esa merma en la subvención, la necesidad de destinar las partidas presupuestarias a empeños más acordes con los tiempos de decadencia económica...
Descartada la propuesta de Interpeñas por irracional, me centro en la propuesta del alcalde que, no exenta de la dosis demagógica que corresponde a toda propuesta política, con tufo a chantaje, no a negociación y con algún error de apreciación (pues las fiestas de San Roque son un motor económico para Calatayud, especialmente para el sector hostelero que recauda entonces buena parte de su caja anual) es asumible en esencia si nos creemos lo de los tiempos de crisis. Me permito esbozar un programa partiendo de ella:
- Dïa 13 de agosto: vino-presentación de las peñas. Conseguimos así mantener el carácter festero del día 13 y cada peña que haga lo que quiera (música en lata o en vivo, ágape o cena... al fin y al cabo lo han hecho todos estos años) y cada peñista lo propio (con camisa, sin camisa... al fin y al cabo otros años no es raro ver peñistas uniformados esa madrugada).
- Dïa 14 de agosto: chupinazo por la tarde, como está mandado y todo lo demás.
- Día 15 de agosto: toros, si los hay o cualquier otra cosa mejor (mejor cualquier otra cosa porque lo de los toros tiene delito -y que cada cual lo tome como quiera-). De madrugada, romería.
- Día 16 de agosto: lo de siempre, pedir las vaquillas, vaquillas de San roque con muñecos, traca, pobre de mí... Con los consiguientes sorteo y cambio de Santo y otras tradiciones religiosas.
Analizando fríamente esta propuesta de calendario le veo varias ventajas, que apunto (no anoto las desventajas pues en eso estamos todos:
- La chapa será más barata (sin toros o con solo una corrida) y con algún acto y ágape menos (sobre todo si recortamos ágapes a los que solo asisten unos pocos pero se pagan con las perras de todos, mejor que mejor).
- Si es más asequible podrá apuntarse más gente.
- Se reducen los días de toros, que venían siendo un auténtico martirio en los últimos años.
- Los que curran, tienen dos días festivos: el 15 (fiesta nacional) y el 16, con su correspondiente víspera del 14 para disfrutar del chupinazo. Es decir, casi todas las fiestas.
- De alguna manera mantenemos la tradición del 13 al 16 a la espera de tiempos mejores.
Que sí, que ya lo sé, que las barras de las peñas pagarán menos, pero es que las fiestas no son un negocio ni Interpeñas (ni las peñas) una empresa. Las fiestas son las fiestas y los peñistas sus actores protagonistas.
Por eso sigo a lo mío:
Porque aunque nos pasemos de 500 mejor, y sólo nos quedan 18 días para decirlo:
Porque aunque la propuesta de Interpeñas sea ahora otra (peor), hay que seguir diciéndole que no invente engendros, que queremos San Roque en sus fechas.
Y porque no pasa nada si nos pasemos de firmas, pero no conviene pasarnos de fechas (quedan 18 días):
Y respecto a lo de dignificar San Íñigo seguro que organizar algún acto, aunque sólo sea festivo escolar, lo dignifica bastante más que declararlo festivo sin más aliciente. Si el santo CO-patrón hace el milagro, igual hasta me hago de la cofradía.