sábado, 22 de junio de 2013

Reforma de la administración

Me desayuno con el anuncio de que el desgobierno español quiere reformar la administración, el nuevo invento habla de eliminar duplicidades, cosa que no parece mal, y de otras muchas medidas que, analizadas detenidamente constituyen otras tantas amenazas bien al estado del bienestar, bien a la autonomía de gobierno en Ayuntamientos y Comunidades, bien al sistema democrático mismo. Veamos un ejemplo de cada:

- Se propone una tasa de reposición 0 de funcionarios (salvo en el caso de la policía -para reforzar el estado policial que están construyendo para el control de los ciudadanos- y de los inspectores fiscales). Considerando que funcionarios son la gente que se ocupa de la enseñanza, la sanidad, los servicios sociales, la justicia... Es fácil imaginarse que el estado del bienestar se va a resentir más de lo que ya se está resintiendo ahora.

- Se propone la desaparición de algunas instituciones autonómicas, por ejemplo las cámaras de cuentas. Hasta donde yo sé, este organismo en Aragón es una garantía de transparencia en el manejo de los dineros públicos, si su actividad se deriva hacia el Tribunal de Cuentas estatal, aviados vamos, con la rapidez que le caracteriza acaba de auditar los números que la región de Murcia (que no cuenta con el organismo) ejecutó en el año 2004.

- Otra de las instituciones puestas en cuestión es el defensor del pueblo. He presentado quejas al Justicia de Aragón (por cierto el organismo mejor valorado por los aragoneses -a años luz del gobierno que se lo quiere pulir en el aprecio ciudadano-) y a la actual y partidista defensora del pueblo. En el primer caso han sido debidamente atendidas y tramitadas; en el segundo yo (y otros muchos que, como yo, presentamos la misma queja) fuimos mandados finamente a cascala por la señora Becerril.

- Quieren eliminar políticos de parlamentos autonómicos y ayuntamientos (gente que se elige por elección directa), medida que puede caer simpática a primera vista, considerando que estamos hasta nuestros respectivos genitales de tanto chupóptero. Si nos paramos a pensar un poco y ponemos sobre la mesa nuestro sistema electoral, comprenderemos que la pretensión no es el ahorro (para eso podrían recortar sueldos y prebendas a los que ya hay) sino consolidar el bipartidismo, al fin y al cabo PP y PSOE son dos hijos de la misma madre.

Sin embargo, nada dicen de los enchufados, asesores, familiares, diputaciones provinciales (tan clientelistas ellas y que, por cierto, no se eligen por sufragio directo), sobresueldos de los políticos, desaparición del inutil senado.

En fin que no se reforma lo que se tiene que reformar y lo que se reforma es para peor.

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