miércoles, 28 de noviembre de 2012

Habas contadas en Catalunya

Ahora que todo el mundo  ha dicho ya su tontada acerca de los resultados de las elecciones catalanas, me toca decir la mía.

Este es el gráfico que refleja el voto (y el no voto, que algo querrá decir) en los comicios:

La primera impresión es que ha votado mucha gente, cerca del 70%. La segunda, e importante, es que el 36,77% de la ciudadanía con derecho a voto, es decir, que 1.990.547 catalanes no están representados en el Parlament, por lo que la institución no representa sino a dos tercios de la sociedad catalana.

Si repartimos realmente los 135 escaños entre el porcentaje de votos obtenidos, tendremos que:
  • La opción mayoritaria es la abstención, a la que corresponden 41 escaños, que deberían quedar vacíos para respetar esta opción política, que lo es, con el consiguiente ahorro en sueldos, dietas, prebendas y presuntos chanchullos.
  • CiU obtendría 29 escaños, en vez de los 50 que le adjudica el sistema electoral corrupto.
  • Los socialistas del PSC tendrían 14 escaños, mientras que el sistema les adjudica 20.
  • 13 serían los escaños que sacaría ERC, que, pese a ser republicano y de esquerra, no es revolucionario según Joan Tardá (ese portavoz que parece haberse escapado el Pulgarcito) y que desde mi respetuoso punto de vista, siendo nacionalista en vez de internacionalista, tampoco es de esquerra. En esta realidad irreal le corresponden 21.
  • El PP obtendría una renta de 12 asientos en el Parlament, aunque la lotería d'Hont le ha adjudicado 19.
  • ICV, iniciativa tendría 9 diputados en vez de los 13 conseguidos.
  • Ciutadans sacaría 7 en vez de 9.
  • El CUP obtendría los mismos 3 escaños que le han dado las triquiñuelas compensatorias electorales.
  • El resto de los grupos (Plataforma per Catalunya, Solidaritat Catalana per la Independència, Escons en Blanc, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, Pirates de Catalunya, Unión Progreso y Democracia , Farts.cat, Vía Democrática, Unificación Comunista de España, Partit Republicà d'Esquerra-Izquierda Republicana (PRE-IR), Socialistes i Republicans (pel dret a decidir) se repartírían como buenamente pudieran 4 escaños, en vez de cero, como ahora, con lo que, más o menos, conseguirían entrar Plataforma per Catalunya, Solidaritat Catalana per la Independència (1), Escons en Blanc (1), Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (1), Pirates de Catalunya (1).
  • 2 escaños más quedarían vacíos para los votos en blanco y 1 tampoco se ocuparía por los votos nulos.
O sea se, que el Parlament tendría que estar repartido de esta bonita manera si se tuviera en cuenta, de verdad, la voluntad popular (En distintos tonos de grises la representación mayoritaria, que son los escaños vacíos: 45.


Estas son las cuentas reales, ahora bien, se me dirá que no, que el sistema electoral español no es así, y es cierto, pero que sea legal el reparto real no quiere decir que sea justo. Este es el reparto oficial de los escaños (en la columna derecha) comparado con el que hubiera correspondido aplicando un sistema proporcional justo (columna de la izquierda). Como puede comprobarse, los partidos que obtienen más escaños son los que más beneficiados salen en el reparto.


Como todo el mundo hace su análisis de resultados, yo hago el mío, que va a ser breve y en dos puntos, porque la tontada de Más (que es menos) y el descalabro socialista están más que analizados:

Punto 1: ¿a qué viene tanta bulla con Esquerra Republicana si sólo ha obtenido un exiguo 0.69 % de los votos más que el PP (13,69% frente a 13%)?
Punto 2: ¿Cómo que el soberanismo/independentismo ha crecido? (y conste que me la trae floja, pero no me gustan las manipulaciones). Veamos, si sumamos los resultados que han obtenido los partidos llamémosles soberanistas/independentistas en las elecciones actuales, nos da un total de 74 escaños soberanistas (y eso con los chanchullos de la ley d'Hont y del sistema electoral español), correspondientes a: Ciu (50), ERC (21), CUP (3), mientras que en el Parlament anterior contaba con 76 escaños soberanistas (desaparece solidaritat catalana per la independencia y aparce el CUP), así que después de tanto jaleo, resulta que los partidarios de la cosa pierden dos escaños que, obviamente ganan los no soberanistas en mayor o menor medida, y que suman 61 ahora por 59 en el anterior Parlament; a saber: PSC (20), PP (19), ICV (13), Ciutadans (9).

En conclusión, el soberanismo pierde dos escaños después de gastarse más de 28 millones de euros en las elecciones que, naturalmente, hurtan a la sanidad, la educación, los servicios sociales, los sueldos, las prestaciones por desempleo... 28 kilos que salen ¡ojo! de las arcas estatales; así que los caprichosos adelantos electorales de Asturias (2,5 millones de €, uno para los partidos), Galicia (9,8 millones de €) y Cataluña han robado al estado del bienestar más de 40 millones de €; amén del chanchullo que, para los partidos, supone convocar unas elecciones:
  • 16.101,60 euros por escaño obtenido (805.080 € en el caso de CiU).
  • 0,61 euros por voto conseguido por cada candidatura que haya obtenido, como mínimo, un escaño (678.528 € en el caso de CiU).
  • 0,17 euros por cada elector de una circunscripción electoral, siempre que la candidatura obtenga un escaño en esta circunscripción y consiga formar grupo parlamentario, para los gastos originados por la remisión directa y personal a los electores de los sobres y las papeletas electorales, o de propaganda y publicidad electoral (920.296 € en el caso de cualquier partido que tenga cinco o más diputados, que es el mínimo exigido por el Parlament para formar grupo parlamentario propio, es decir todos menos el CUP).
Ante la bonita suma que se llevará CiU, por ejemplo, de las arcas públicas (2.403.904 € del dinero de todos) ¿alguien piensa que puede importarle a Mas haber sido el derrotado de las elecciones?, sin olvidar que solo hace dos años de las anteriores.



Alguien puede decirme que la postura de Iniciativa per Catalunya-Verts (Esquerra unida i alternativa) no es ninguna de las dos o que algunos son soberanistas o que... Bueno, aceptando pulpo como animal de compañía habrá que aceptar también que los 13 diputados que pertenecen a Unió democrática de Catalunya (los chicos del oscense Durán Lleida, que forma CiU, junto Convergencia) no son soberanistas porque así lo dicen los estatutos de su partido. No he leído los de Convergencia democrática aranesa (al que corresponde uno de los diputados de CiU, a lo peor lo que quieren es la independencia del valle de Arán y tampoco son computables).

Si esto es así, que lo es porque así son las cuentas, el debate que se está planteando es un debate corrupto. Los soberanistas/independentistas han perdido peso respecto al Parlament anterior y representan a 1.783.607 catalanes (el 49,16% de los votantes). Entre los no soberanistas y los votantes en blanco o nulos suman 1.874.843 (el 50,84% de los votantes). Empate técnico, diréis, pues no, porque resulta que olvidamos siempre un dato: la abstención.

Resulta que 5.413.510 catalanes y catalanas estaban llamados a votar, pero 1.755.060 no fueron porque llegaron tarde, les importaba un pito, se murieron esa semana, estaban a otra cosa... Es decir, que la opinión del 32,42% de esos catalanes y catalanas no está representada. Y, conste, que a diferencia de Sánchez Camacho y sus asesores, yo sé sumar.

Insisto, cualquier debate sobre la independencia o el soberanismo o como quiera que se llame el evento es lícito, respetable y hasta apoyable. Ahora bien, ampararse en la manipulación de los resultados electorales para justificarlo es solo una forma de distraer la atención de la crisis y los recortes en empleo, sanidad, educación, acción social... Y los beneficiados, los mismos de antes: Mas y Rajoy, que nos tendrán entretenidos con otras cosas mientras ellos van a lo suyo. Pues nosotros, a lo nuestro, a que no nos estafen.

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