lunes, 21 de mayo de 2012

A tomar la calle

Acabo de colgar en el facebook de la marea verde en el Zaurín esta imagen prestada por el colectivo dignidad (de Perú, que en todas partes cuecen habas), con un texto que venía a decir: el arma que tanto temen algunos: "LAPIZTOLA", ideal para combatir la ignorancia. Y va a ser verdad.

Mañana, 22 de mayo, una marea verde recorrerá las calles españolas para decir que con la escuela no se juega, para oponerse a la sangría en educación y para intentar poner colorados a quienes primero crearon una crisis y luego intentan pararla a golpe de machete contra lo que es de todos.

Digo que tendrán razón, que son necesarias muchas LAPIZTOLAS y mucha gente que enseñe a usarlas porque a unas horas de la huelga tengo que escucharme comentarios que si no me asquearan por malintencionados, me darían lástima por ignorantes. 

Va uno y me comenta: ¡hala que hacéis huelga porque os van a hacer trabajar más horas! Mentira, vamos a trabajar las mismas, pero tendremos menos tiempo disponible para seguir en esto de la mejora de la calidad educativa, para preocuparnos de la convivencia, de la equidad, de adaptar los currículos a la realidad y a la diversidad, para orientar a los alumnos... Y esas horas supondrán el despido en Aragón de 1500 trabajadores como tú, que se irán a la mierda cuando son necesarios donde están. Más sacrificios humanos de la economía productiva al becerro de oro de la economía especulativa. ¡Anda, anda que solo sabéis quejaros! dice mi tonto de guardia cuando se aleja. ¡Lapiztoletazo! le daría yo a ver si espabila, pero este no espabilará nunca, es el mismo que se reía cuando nos congelaron/bajaron los sueldos a los empleados público, sin darse cuenta de que estaban rapando las barbas de su vecino.

Va otra, profesional del vampirismo, que no compañera ni colega y me dice: pues yo mañana pongo examen en clase, y el que no venga que se apañe. Me viene bien el edificante ejemplo de esta indocente (enseñante que ha perdido la vergüenza) para indicar que los necesitados de un buen lapiztoletazo están lo mismo entre los iletrados que entre los letrados y muy letrados porque, al fin y al cabo, la ignorancia no define el nivel cultural, sino la incapacidad para aprender de la vida y de las personas. Lapiztoletazo en el corazón para la vampira (que no vampiresa -más quisiera-) con pocas esperanzas de retornarla a la condición humana.

Una tercera asegura: ¡Vosotros lo que no queréis es que os metan más chicos en clase! Y, mira por donde, tiene razón: no queremos. Cualquiera que haya dado clase en un aula de primero o segundo de ESO, por decir algo, sabe que el anunciado aumento de las ratios hasta 36 alumnos por aula desemboca en el fracaso y el abandono escolar por la desatención de los alumnos y en la vuelta a una metodología caduca de bustos parlantes. Por no hablar de la imposibilidad de mantener un orden razonable con 30 niños en primaria o unos cuantos más en secundaria (me río de mamarrachadas como la ley de autoridad del profesor y otras memeces semejantes). ¡Mira a las monjas como no les importa! Claro que no, sobre todo a las hermanitas de la mano tendida: cuantos más alumnos más perras. Nuevo lapiztoletazo para el caballero.

Y hay más, muchos más: el que asegura que la huelga es para no trabajar en verano; la madre que no vendrá a la concentración para no beneficiar a los profesores (y es que somos el enemigo); el alumno que no vendrá mañana al insti, pero no sabe de qué va todo esto ni se quiere enterar; el concejal desmemoriado que piensa que todo esto es cosa de política y que con Zp no lo hacíamos, cuando mis nóminas dicen lo contrario... Lapiztoletazos per tutti.

Los que afirman que vivimos una tercera guerra mundial encubierta no van desencaminados, una guerra en la que el enemigo es el pueblo y hay que vencerlo quitándole sus armas, una de ellas la educación que intenta que el personal siga pensando y eso siempre ha sido peligroso. Mañana saldré a la calle armado de argumentos y dispuesto a procurarme una lapiztola, aunque sea en el mercado negro, porque o tomamos la calle y la convertimos en un clamor o nos toman nuestros derechos y nos convierten en nada.

1 comentario:

  1. Por fin, parece que hemos decidido tomar la calle en defensa de la Educación Pública!!! Ya era hora!!! Y no nos olvidemos que ha de ser de Calidad, no cualquier cosa.

    No nos quedemos en los mínimos, apostemos por una Educación que construya pensamiento libre.

    Defendamos la Educación, por favor, es la mejor herramienta para cambiar este mundo.

    Es nuestra obligación defender una Educación Pública, de Calidad, que llegue al rincón más recóndito, a quien menos oportunidades tenga económicas o de cualquier otro tipo.
    Es nuestra responsabilidad, por nuestras hijas, por nuestros sobrinos, por nuestras amigas, por quienes dentro de unos años construirán sociedad, la sociedad en la que nosotrxs también vamos a convivir.

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