martes, 2 de agosto de 2011

Marx, Engels y un servidor


No soy muy amigo de hacerme fotos junto a monumentos como demostración de fulanito estuvo allí, de hecho con esta tengo tres; pero no pude resistirme a compartir marco con Marx y Engels así, con confianza.

He leído el capital (lo mismo que el Quijote, palabrita del niño Jesús), también la encíclica Rerum Novarum de León XIII (por aquello de compensar al opio con el opio) y aseguro que en estos tiempos asesinos que corren en los que hemos dado tantas largas al otro capital que nos está atando muy corto, ambos textos tendrían que ser de lectura diaria obligatoria si queremos preservar algo del espíritu de la Revolución Francesa, de las Revoluciones Obreras o, aunque sea, mantener la tele de plasma en el salón (muchos opios hay ya en este post). Y habría que hacerlo pronto, antes de que levanten una sede de Standard & Poor's en el lugar que ocupan Carlos y Federico o de que en vez de santificar de una vez por todas a Juan XXIII, lo declaren hereje y saquen su momia al aire para que se desomponga (yo, por si acaso, también me hice una foto con la susodicha momia pontifical). Creo que en la tercera foto aparezco abrazado a la Ava Gadner de Tossa, con esas tres me basta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario