sábado, 28 de mayo de 2011

Municipales, Calatayud 1979


El PAR venció en las elecciones del año 79 con un concejal de diferencia sobre el Movimiento Comunista y Coalición Democrática. De este resultado electoral hay varios titulares que llaman poderosamente la atención:
  1. Calatayud no se dejó llevar por la predominancia de la UCD de Suárez en el panorama nacional.
  2. Venció el partido encabezado por el edil preconstitucional que lo había sido ya en 1971, ahora en las filas del PAR, lo que muestra una tendencia continusta que seguirá presente.
  3. La presencia de la Izquierda extraparlamentaria y radical era notable y duplicaba la representación del PSOE (entonces todavía marxista).
  4. Coalición Democrática, un partido todavía en formación y que acabaría siendo el actual y predominante PP, tenía una representación significativamente menor que la actual.
Fue un momento lleno de curiosidades. Las primeras elecciones locales de la transición bilbilitana no registraron una alta participación, sólo un 60% del censo votó para elegir a la corporación que se constituyó en la tarde del 18 de abril en una sesión peculiar:

  • La mesa de edad quedó formada, como es preceptivo, por los concejales más viejo y más joven que, casualmente resultaron ser padre e hijo, integrantes del mismo grupo político, el MC. 
  • El resultado de la votación para elegir alcalde concedió seis votos a Coalición Democrática (CD), dos más que su número de concejales, cinco al Partido Aragonés Regionalista (PAR), los mismos que sus munícipes y otros tantos al Movimiento Comunista (MC), uno más que sus escaños; si los candidatos por Unión del Centro Democrático (UCD) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con dos concejales cada uno, no obtuvieron votos y habiéndose escrutado uno en blanco, pueden hacerse todo tipo de cábalas sobre las opciones de cada uno. Aunque lo más probable es que los dos concejales del CDS votasen a CD y los votos del PSOE se repartieran entre el apoyo al MC y el voto en blanco.
  • Más interesante es conocer la trastienda del momento: todo tipo de instrucciones y consignas llegaban a los grupos municipales, una de ellas muy peculiar ya que la derechista Coalición Democrática estaba dispuesta a apoyar para la alcaldía al candidato del MC y así hubiera sido de no haber mediado la negativa comunista.
  • Conforme a la ley, al no obtener ningún candidato mayoría absoluta, quedó proclamado alcalde José Galindo Antón, del PAR.
  • Una anécdota más: el Ayuntamiento de Calatayud se constituyó en la tarde del 18 de abril, un día antes que el resto de ayuntamientos españoles porque el Rey visitaba la ciudad y tenía que ser recibido por el nuevo concejo.
Durante el periodo de gobierno de este concejo fueron numerosas las curiosidades:

El 27 de abril, se reunió el pleno con el fin de organizar la corporación y cada concejal se sentó donde quiso en el salón de plenos (ahora el alcalde asigna los escaños que están agrupadas por colores políticos.

Algunas de las medidas adoptadas sólo pueden entenderse en aquel contexto de consenso que presidió los inicios de la transición como el carácter alfabético y rotatorio de los tenientes de alcalde, lo que suponía en la práctica que miembros de cualquier partido podían sustituir al primer edil en su ausencia. Recordemos que en la actualidad los tenientes de alcalde son del equipo de gobierno.

Se crearon seis comisiones informativas, cuya presidencia se repartía entre todos los partidos, de forma que sólo dos (fomento y cultura) quedaron en manos del grupo gobernante, mientras que propiedades, gobernación, promoción industrial y agrícola o hacienda fueron para los demás grupos. Actualmente estamos acostumbrados a que todas las comisiones estén presididas por miembros del grupo o grupos gobernantes.

El 24 de noviembre de 1980 se votó la primera de las dos mociones de censura que ha conocido la corporación de Calatayud, una de las primeras que se presentaban en los nuevos ayuntamientos, esta vez con resultado favorable al alcalde. Los motivos, como no, urbanísticos.

El devenir político de la primera legislatura traería otro hecho que hoy nos resulta extraño: uno de los ediles fue expulsado de su partido y, por tanto, de su grupo municipal; por aquel entonces se consideraba que el acta de concejal correspondía al partido, por lo que tuvo que dejar el cargo y fue sustituido por otro; pese a tratarse de una cuestión interna, desde la Junta Electoral se instó a un pleno que no quería hacerlo para que se pronunciara sobre la continuidad del cesante; la jurisprudencia posterior ha cambiado su posición al respecto y ahora los munícipes que dejan su partido pueden seguir conservando su escaño, lo que ha derivado en no pocos tránsfugas.

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